Enterrados vivos: 5 casos reales y algunas curiosidades. 2ª parte

Como hoy es Halloween, os he preparado la segunda parte de una de las entradas más inquietantes y terroríficas del blog: enterrados vivos.
Es el mejor día del año para provocaros pesadillas, muahahahaaa ;-)
A mi, por si acaso, que me incineren!
Feliz Halloween!
Li Xiufeng
En la ciudad de Beiliu (China), una mujer de 95 años sorprendió  a sus familiares y amigos al salir de su ataúd, impulasada por el hambre, seis días después de que todos la creyeran muerta.
Una mañana, la nieta de Li descubrió que su abuela no respondía a la llamada para el desayuno, creyendo que se había quedado dormida, fue a despertarla. La sacudió y le habló sin obtener respuesta, fue entonces cuando inició junto con su hijo los preparativos para el funeral de la señora Xiufeng.
 Según la tradición, el ataúd debe permanecer en su casa varios días antes del entierro, para que los familiares y amigos puedan presentar sus últimos respetos.

Una semana después de "la muerte" y un día antes de que la señora  fuese enterrada, su nieta se asomó al ataúd y lo encontró vacío. La mujer buscó ayuda entre los vecinos, emprendiendo una búsqueda inmediata por los alrededores. Así, encontraron a la nonagenaria mujer en su cocina, preparando la comida.
“Dormí por mucho tiempo. Después de despertar, sentí mucho hambre y viene a cocinar algo para comer. Empujé mucho la tapa antes de poder salir”, dijo Xiufeng.
Los médicos que la examinaron después del incidente, dijeron que la mujer sufrió una muerte artificial, durante la cual se pierde la respiración, pero la temperatura corporal se mantiene.

La tradición china le salvó la vida, pero también la dejó sin nada, ya que cuando una persona muere, la costumbre del país obliga a quemar sus pertenencias.



Rosario Zuazagoitía
Cuando Rosario murió, en 1832, su hermana Carmen -quien después se casó con el viudo-, le ató las manos con un pañuelo, para simular que estaba rezando.
Cuando Carmen falleció, unieron sus restos con los de Rosario para introducirlas después en el mausoleo familiar. Al abrir la tumba, encontraron sus manos desatadas, su cuerpo en otra posición, incluso se hallaron trozos de uña incrustados en la urna.


Madame Bobin 
Esta señora, fue diagnosticada con fiebre amarilla en 1901, cuando regresaba a Gran Bretaña a bordo de un barco.Estaba embarazada y volvía de un viaje a Senegal. Bobin fue puesta en cuarentena y dada por muerta cuando los músculos se le pusieron rígidos y la cara le palideció.
Poco tiempo después del entierro, una enfermera del hospital donde pasó  la cuarentena le dijo al padre de Bobin que el cuerpo de su hija no estaba frío y que en su abdomen había músculos trémulos, y que a ella le parecía aún con vida cuando fue declarada muerta. Los restos se exhumaron y se descubrió el cadáver de un recién nacido muerto por asfixia. La autopsia reveló también que Bobin falleció de asfixia y que no había contraído fiebre amarilla. 

La señora Blunden
La señora, era esposa de un comerciante de malta, estaba afincada en Basingstoke (Inglaterra).
En 1674 fue encontrada en el suelo, pálida y fría. A su lado encontraron una botella de brandy y un frasco de adormidera. Llegaron a la conclusión de que había fallecido debido a la ingesta masiva de adormidera.

El marido estaba fuera y no llegó ni al funeral ni al entierro, que fue en el cementerio de Hampshire.

Al día siguiente, unos niños jugaban cerca del camposanto y empezaron a oír golpes que procedían de alguna de las tumbas. Corrieron al pueblo, pero nadie les creyó. Así que, fueron solos a comprobar de dónde procedían los ruidos, descubriendo que eran de la recién enterrada Sra. Blunden.
Los niños volvieron al pueblo y esta vez un alguacil les acompañó, pero ya no se oía nada. El asunto llegó a los oídos de su marido, que acababa de llegar a la ciudad, y éste obligó al alcalde a que diese la orden para la exhumación del cadáver. Así se hizo, y la señora Blunden apareció con magulladuras, tenía los nudillos y las manos llenas de arañazos y heridas. Las autoridades decidieron volver a enterrarla y al día siguiente volvieron y trasladaron el cadáver al forense local y para realizarle un examen post-mortem .
La señora Blunden no estaba muerta, sino en estado de shock. Cuando volvieron a exhumar el cuerpo, descubrieron que el cadáver estaba más magullado que el día anterior. Tenía las muñecas rotas y las uñas estaban clavadas en la parte superior del ataúd, además tenía el rostro desencajado.

Hubo un juicio y varias personas fueron acusadas de su muerte y la ciudad fue multada por negligencia.


Mujer desconocida
En diciembre de 1877, la "Gaceta Médica Británica" publicó un artículo sobre el caso de una mujer desconocida quien fue enterrada en una fosa común. Días después del suceso, la tierra que tenía encima fue removida para sepultar ahí otro cuerpo y se observó que la manta en que el supuesto cadáver de la desconocida estaba envuelto se hallaba totalmente rasgado. La mujer incluso se había roto las extremidades tratando de salir de allí.








Curiosidades:

Los ataúdes de seguridad son ataúdes con sistemas de seguridad por si a alguna persona la enterraran viva accidentalmente.
En 1897, el conde Karnice-Karnicki de Bélgica patentó un sistema de rescate que mecánicamente detectaba movimiento en el pecho que accionaría una bandera, una lámpara, una campana y aire fresco. En Gran Bretaña se desarrollaron varios sistemas para salvar a los enterrados vivos, incluyendo paneles de cristal rompibles en la tapa del ataúd y sistemas de poleas que alzarían banderas en la superficie.
 En 1995, un fabricante italiano de ataúdes introdujo un modelo con un sistema de intercomunicación y un mensáfono.


George Washington temía ser enterrado vivo, en su lecho de muerte, hizo que sus sirvientes prometieran no enterrarle hasta tres días después de su muerte.




En 1822 el doctor Adolf Gutsmuth fue enterrado vivo varias veces para demostrar la seguridad de un ataúd que el diseñó. Una vez el se quedo bajo tierra por varias horas y comió una cena de sopa, salchichas y cerveza que le fue entregada a través del tubo de alimentación del ataúd.





En el siglo XIX, el doctor Timothy Clark Smith de Vermont estaba tan preocupado sobre la posibilidad de ser enterrado vivo que arreglo ser enterrado en un ataúd especial que incluía un tubo de reparación y una ventana de vidrio en su lapida que le permitiría ver a la superficie desde 3 metros bajo tierra.




Quieres más?

Enterrados vivos: 4 casos y 8 curiosidades

Fuentes:
http://24con.infonews.com
http://www.portalnet.cl
http://www.librosmalditos.com
 http://books.google.es/

No seas egoísta, comparte!

Sobre Patri Caos

Apasionada del cine clásico y devoradora de series. Me encantan las curiosidades, lo retro y lo vintage.
    Comentarios en blogger
    Comentarios en Facebook

6 comentarios :

  1. Ya veo que eres una mujer de palabra. En su momento dijiste que habría una segunda parte de este tema y lo has cumplido.
    Para ser fiel a la mía, no he leído el post. Fui a actualizar mi seguro de descesos, como dije, para incorporar un móvil en el ataud. Tuve un NO, como respuesta pero, en cambio me ofrecieron la posibilidad de incorporar un mecanismo ( una campanilla atada a un cordel y este a mi dedo meñique ) para dar señales de vida.
    ¡Ja! ¿Y quien me asegura a mí, que no vendrá alguien con unas tijeras a cortar la cuerdecita?

    ¡Uf, que desasosiego me produce pensar en estas cosas! Voy a coger una buena castaña para quitarme el repelús de este tema.

    ResponderEliminar
  2. Tus entradas son auténticos reportajes.
    Te felicito por tu blog. Enhorabuena.

    ResponderEliminar
  3. Hay historias terroríficas, que angustia debe ser eso de estar ahí metido y por más que lo intentes no poder salir, yo no lo quiero ni pensar.
    Pero a mi lo de la incineración no me va, creo que se debería seguir con la tradición.

    ResponderEliminar
  4. Por supuesto que soy una mujer de palabra hel·lènic, a veces me lleva mucho tiempo cumplir, pero siempre cumplo! :)
    Espero que la castaña que cogerías la otra noche no te diera resaca, jaja.


    Muchas gracias Pitt Tristán! Intento hacerlo lo mejor que puedo y/o se.

    Boris, yo es que eso de pensar que mi cuerpo se pudrirá y será devorado por gusanos no me convence nada de nada.

    Abrazos chicos!

    ResponderEliminar
  5. Una crónica estupenda, la verdad.
    Me quedo.
    Besos

    ResponderEliminar
  6. Gracias Towanda! Un placer tenerte por aquí :)
    Un besazo!

    ResponderEliminar

Gracias por comentar :)
He tenido que poner moderación de comentarios para evitar el ataque de spam que esta sufriendo el blog