Hay gran diversidad sexual en el mundo animal. He seleccionado ejemplos sorprendentes de 4 animales:
- El macho de una mantis, puede ser ingerido vivo! La hembra lo sujeta contra el tórax y comienza a devorarlo por los ojos. Después destruye los nervios situados debajo de la garganta, que son los que controlan la conducta sexual. En cuanto éstos desaparecen, también se esfuman todas las inhibiciones y el insecto sin cabeza se agita frenéticamente, empujando con el mayor desenfreno posible mientras vive. La hembra guarda la carne de los órganos sexuales del macho para la última parte de su festín. :O
- Una especie de tortuga, por ejemplo, junta las patas si no desea aparearse. Un delfín hembra, cuando no está dispuesta, con la aleta da un golpe corto y seco en la cabeza (o el pene) del pretendiente. La rana venenosa sólo cohabita debajo de un lecho de hojas. La hembra de un tipo de mosca no satisface a su amante hasta que el macho ejecuta una danza nupcial con un velo hilado por él.
- La homosexualidad también es muy difundida en el reino animal. Las chinches almacenan el esperma de sus amigos en los cuerpos, para luego depositarlo en una hembra; los gansos forman vínculos homosexuales y cuando una hembra celosa interrumpe a la pareja, nace un ménage a trois.
A pesar de que Wallace expresa asombro al hacer constar el poco número de similitudes entre animales y humanos, existe una característica compartida por ambos: el tamaño del órgano no siempre es proporcional a las dimensiones totales del animal. Aunque una ballena excitada ostente un pene de tres metros de largo y una circunferencia de un metro, un gorila macho en la cumbre de su desarrollo cuenta con un pene de apenas cinco centímetros de largo. Los caracoles tienen penes extraordinariamente largos. Y el de un delfín es versátil: utiliza el miembro sensible y flexible para revisar el fondo del océano.
Fuente: http://www.curiosidadesdelaciencia.com
Me ha gustado el artículo. No obstante, quisiera mencionar una obviedad: los seres humanos también somos animales. Por tanto, no es correcto referirnos como "animales", a secas, a quienes no pertenezcan a nuestra especie. El origen de esta separación lingüística subyace en el prejuicio moral del antropocentrismo. Quisiera dejar un breve artículo sobre los términos y la discriminación en torno a a los animales no humanos:
ResponderEliminarhttp://elguardiandeloscristales.com/wordpress/criados-en-el-antropocentrismo-linguistico/
Asimismo, los animales ajenos a nuestra especie no puede ser "viciosos" en sentido estricto. Sólo los agentes morales (sujetos con plenas facultades) admiten calificaciones hacia sus comportamientos.
Un saludo cordial.